No puedes dar al prójimo más amor del que eres capaz de darte a ti mismo.
Bríndate la misma calidad de comprensión que dispensas a los otros.
Profundiza tu capacidad de juzgar con bondad y sabiduría las luchas de tu propia vida.
Todo aquello que rechazas en tu persona también te causará rechazo en otros.
Si eres poco comprensivo con respeto a ti mismo, ignorarás al prójimo.
Si te juzgas duramente, también criticarás a los demás.
Si sientes vergüenza, culparás a los demás.
Si no puedes perdonarte, serás implacable con los otros.
Tu capacidad de entrega al prójimo refleja tu capacidad de darte a ti mismo.
El círculo de amor debe incluirte a ti...
Si no es así...
Es preciso reparar la brecha.
Alita