Sin importar lo que suceda, debemos aprender a ser felices, a superar nuestros problemas con una sonrisa y de la misma manera ayudar a los demás para que puedan encontrar un poco de alivio en su agonía, puede parecer una misión imposible el querer sonreír ante cualquier problema que se nos presenta, pero es aún más cruel lamentarse por cada piedra que aparece en nuestro camino, siempre eh pensado que es mejor tratar de ver las cosas positivas en cada mala jugada que nos tiene la vida, así fortalecemos nuestra alma y obtenemos sabiduría para hacer frente a futuros problemas.
Hay quienes son felices con cosas meramente banales, y descuidan lo más importante, que son aquellos momentos irreemplazables que se tienen con esas personas especiales que llenan nuestra vida de color y alegría, cuando empezamos a preocuparnos por lo material, nos vamos desprendiendo de un pedazo de nuestra alma hasta el punto en que no somos capaces de reconocernos a nosotros mismo y al mismo tiempo somos incapaces de ver esos pequeños detalles que a pesar de ser diminutos llenaban nuestra vida de un inmenso regocijo, por eso es que sin importar lo que suceda, debes sonreír, debes ser feliz, para así no destruir tu alma y poder vivir tranquilamente…
Hay que volver a la simpleza de vivir intensamente los momentos que pasamos, de gozarlos como si fuesen los últimos, de ayudar des interesadamente, de amar con todo el corazón hasta que duela y de esforzarse hasta quedar sin aliento para poder ser felices plenamente y disfrutar realmente de lo que tenemos a nuestro alrededor, que sin duda, es lo más importante.
Hay quienes son felices con cosas meramente banales, y descuidan lo más importante, que son aquellos momentos irreemplazables que se tienen con esas personas especiales que llenan nuestra vida de color y alegría, cuando empezamos a preocuparnos por lo material, nos vamos desprendiendo de un pedazo de nuestra alma hasta el punto en que no somos capaces de reconocernos a nosotros mismo y al mismo tiempo somos incapaces de ver esos pequeños detalles que a pesar de ser diminutos llenaban nuestra vida de un inmenso regocijo, por eso es que sin importar lo que suceda, debes sonreír, debes ser feliz, para así no destruir tu alma y poder vivir tranquilamente…
Hay que volver a la simpleza de vivir intensamente los momentos que pasamos, de gozarlos como si fuesen los últimos, de ayudar des interesadamente, de amar con todo el corazón hasta que duela y de esforzarse hasta quedar sin aliento para poder ser felices plenamente y disfrutar realmente de lo que tenemos a nuestro alrededor, que sin duda, es lo más importante.
Vive, sonríe y se feliz, porque es mejor
contagiar alegría y amor que
sembrar odio y cosechar destrucción
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